Nada te sale bien, intentas ser positivo, ver las cosas con optimismo, te dices a ti mismo que nunca más vas a llorar, nunca más vas a derramar una lágrima más, vas a ser fuerte, pero en el momento menos pensado vuelves a caer, recibes un golpe detrás de otro, y sientes que no eres más que una pequeña mancha insignificante en medio de ese mar de oscuridad.
Quieres desaparecer, volver a ser pequeño, un niño, cuando no existían los problemas, cuando la máxima preocupación era no pagar al escondite…
Pero te das cuenta de que eso no es posible, te toca aceptar la realidad tal como es, no tienes otra elección, así que llega un momento en que tienes que elegir: o comienzas a vivir realmente tu vida o te escondes de todo y ves desde fuera como los demás viven la suya.
Así que YA has tomado una decisión, ya no hay marcha atrás, por lo que te levantas, te miras al espejo, SONRÍES y dices: yo puedo conseguir todo lo que me proponga, porque soy fuerte, no voy a tirar la toalla, no soy ni inferior ni superior a nadie, soy igual que todos, y voy a apuntar muy alto, cuanto más alto apunte más lejos llegaré, y lo voy a conseguir, no voy a parar hasta conseguirlo por muchos obstáculos que se interpongan en mi camino. Y lo más importante, ME VOY A QUERER A MÍ MISMA, ME VOY A QUERER MÁS QUE A NADIE, POR UNA VEZ VOY A PENSAR SOLAMENTE EN MÍ Y VOY A TENER LA AUTOESTIMA POR LOS CIELOS, PORQUE YO VALGO, YO VALGO, YO VALGO!!! porque si tú mismo no te quieres, quien te va a querer?
Nunca renuncies a vivir tu vida, porque la vida es algo precioso, aunque haya momentos en que no ves ninguna salida, fuera tienes a tus pies un mundo lleno de oportunidades, que te estan esperando precisamente a tí y que solo tu puedes decidir si quieres aprovecharlas o dejarlas pasar.
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